Es muy poco lo que sabemos acerca del espionaje real. La información que nos llega es principalmente a través de la ficción, con novelas, películas y series desbordadas de fantasías que poco tienen que ver con la realidad.
Paradójicamente parte de esa literatura fue escrita por ex miembros de los servicios secretos como en el caso de Ian Fleming, creador de James Bond, que durante la segunda guerra mundial fue miembro de Servicio de Inteligencia Secreto, más conocido como MI6. En la actualidad algunos ex oficiales de inteligencia colaboran con producciones cinematográficas como asesores e incluso como guionistas.
Cuando comencé a escribir Nuestra espía americana pensé que sabía lo suficiente sobre espionaje como para utilizarlo como telón de fondo para una historia de amor muy siglo XXI. Más tarde cuando empecé a informarme de verdad sobre el tema me di cuenta de que no sabía nada y me dediqué a recopilar información en forma casi obsesiva, descubriendo hechos que rebasaron mi imaginación mostrándome que la realidad sigue y seguirá siendo más extraña que la ficción. Entonces ¿para qué disfrazarla?
Esta pregunta tiene una respuesta muy concreta que la vamos a ir descubriendo juntos a lo largo de esta serie de artículos.
En este blog quiero compartir con ustedes información sorprendente y algunos secretos que descubrí sobre el mundo real del espionaje.